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2010-07-25

Romería de Vaqueiros.

La Vaqueírada de San Aristebano. Asturias.




"La Romería". Letra y Musica de Victor Manuel.




Van subiendo los mozos con los corderos al hombro sube la gente contenta a la fiesta del patrono
Sube la niña que estrena zapatos, novio y un bolso y todo el verde del valle se refleja en el arroyo.




Y la gente por el pradono dejará de bailar mientras se escuche una gaita o haya sidra en el lagar, mientras se escuche una gaita o haya sidra en el lagar.


Se van por la carretera cruzando cuna y cenera canta la pena el romero y la vieja su consejo
Por San Cosme y San Damián cuidado neña temprana no pases el mayizal no lo riegues con tus lágrimas




Y la gente por el pradono dejará de bailar mientras se escuche una gaita o haya sidra en el lagar mientras se escuche una gaita o hay sidra en el lagar.





Hay una empinada cuesta para llegar a la ermita y las campanas repican los romeros van a misa
y el pastor con su rebaño con su zurrón y las vacas quiere ser luzo campana y despertar a su amada


y la gente por el pradono dejará de bailar mientras se escuche una gaita o haya sidra en el lagar mientras se escuche una gaita o haya sidra en el lagar.




2010-07-10

No eramos Legionarios pero si hijos de ...

Tributo a cualquier hijo de combatiente que en su día luchó por una idea de su patria.







....
Y de repente respuestas a todos esos recuerdos borrosos
y de pronto luz a esa memoria tan lejana
aquella pequeña casa en tierras legionarias
tan cerca del cuartel,
y aquí ahora te encuentro padre.
...
Que pequeña y corta es nuestra vida
y que tan larga puede parecer nuestra existencia
ahora con tantos años aquí de vuelta
para verte padre, mientras Larache ya dejó de contar
aquellas historias bélicas al mar
....
....
Cargaste con el fúsil por una patria
que ya ni recuerda a sus lejanos hijos
guerras asesinas entre hermanos de bandos distintos
y al final para que?
...
El viento azota pero fue el tiempo quien cambió al paisaje
aquel camino de tierra junto a la casa
y ante mis ojos aún esas baladas con mi madre y hermano
hasta el colegio marista, pero nunca hasta el mercado
no eramos legionarios pero si hijos de.




...
Cargamos con esa infancia por esa patria
que ya ni recuerda a sus hijos lejanos
tantas guerras y batallas para que,
borracheras de soldados con cerveza local,
si hasta Ceuta estaba lejos, dónde estabas España?
...

No, no eramos legionarios pero si hijos de.
Guerras malditas, que pronto te fuiste padre
ya solo queda aquella casa pequeña cerca del cuartel
no, no éramos legionarios pero si hijos de.
...



...
Letra y Música de Miguel Habana. 2010. Viaje de Larache a Merzouga.

2010-06-26

Merzouga, puerta hacia el desierto.



La llegada a Merzouga se nos hizo larga. Varias horas en bus desde Fez pero valió la pena. Ya hay mucho polvo de arena, el viento resopla los sonidos del desierto y nos transporta a un mundo de sensaciones nuevas.



Si bien hace meses nos habíamos adentrado en el desierto de Rajastán, queríamos llegar a uno más acorde a lo que nos imaginamos desde niños, dunas y dunas resplandecentes bajo el sol. Color arena y sol en todas las esquinas de nuestros ojos!


La llegada al hostal situado a la entrada de Merzouga nos sirvió para tomar el primer contacto con el desierto de Erg Chebbi.


El recibimiento muy caluroso no es de extrañar, este lugar antiguamente poblado de árabes, negros y bereberes, está acostumbrado historicamente a recibir bien a los viajantes.


Tomamos un par de horas para asentarnos en nuestra habitación calurosa, y nos preparamos para iniciar el viaje al desierto.




Ya vamos camino de ser expertos en los viajes a camello, los de la India nos habían servido de bautizo, y por lo tanto ya nos esperábamos a los duros ajetreos que se llevan estos animales, más subiendo y bajando dunas bajo el calor asfixiante del desierto.



Y de repente la vista se relaja y no se cansa de admirar el paisaje, divino, contrastes y fusiones de colores nos dejan sin habla. Un cielo azul intensivo y una arena con color también intenso nos dejan recuerdos de por vida. Volveremos al desierto!


Al cabo de unas horas nos encontramos con unas primeras tiendas de bereberes. Y pozos en medio del desierto donde los habitantes del lugar o viajeros se rearman para el resto del viaje.



Decidimos descansar en esas tiendas. Llega la hora de comer y el guía nos va a preparar un plato local.



Aprovechamos para inmortalizarnos con él, y con nuestros camellos. Ahora redactando estas palabras, unos meses después, echo tanto de menos este lugar y momento!



Aún no llegó la hora de comer, la sed y el calor nos tiene agotados, son casi los 48 grados del desierto, y aprovechamos para descansar en la tienda de berebere.



Un poco de música y mi preciosa acompañante me dedica esta mirada sutil !
Y a comer!

Después de una siesta en pleno desierto, bajo la sombra de unos árboles secos, seguimos explorando la zona, a pie esta vez.
Y las dunas que nos rodean parecen sacadas de un libro de National Geographic.


El sol empiez a caer y decidimos subir a la duna más alta de todas las que nos rodean, a unos cientos de metros de nosotros.



Cientos de metros subiendo dunas que parecían pequeñas pero que se agigantan a medida que avanzamos. Arena en los zapatos, arena quemando, un paso adelante y dos atrás, resbalando en las cuestas más duras de las dunas. Hermosa experiencia!



Pero el viaje hasta la duna, el viaje a Merzouga, el viaje a Marruecos ha valido la pena por este simple instante!
Allí arriba desde la duna observo el paisaje que me rodea, y de repente, junto a Gaby, me vienen recuerdos y emociones de toda mi vida, relacionadas con toda la gente que quiero y con quien quisiera compartir ese momento, relacionadas con tantos viajes ya experimentados en America Latina, en Asia, en Europa,....


Precioso. Por favor silencio y observen, estamos en el desierto de Erg Chebbi!



Aprovechamos para sellar este momento y de nuevo nos preparamos para la vuelta hacia el hostal del desierto.







Durante el trayecto de vuelta nos cruzamos con los que llamaremos los reyes magos de Merzouga, guias del desierto, uno de ellos berebere, preciosamente vestidos con sus turbanes de varios metros de largos y tunicas listas para aguantar el calor del desierto.





Llega la noche y la entrada a la habitación nos regala esta hermosa vista!



Finalmente, después de recobrar fuerzas con muchos litros de agua y una buena cena, nuestros ya compañeros de viaje nos regalaron un precioso concierto de música berebere. Fue grandioso.


Después de conocer altas montañas con Nepal, por fin habíamos conocido el desierto con Erg Chebbi, aunque timidamente, pero lo suficiente para prometernos volver un día.